The Duck Club

The Duke

En algún lugar entre México y Canadá, existe un pequeño bar, que si bien algo oscuro y descuidado, ofrece bebidas y entretenimiento a las aves que buscan un descanso tras largas noches de vuelo migratorio.

El bar, mejor conocido como The Duck Club, prepara martinis excelentes y los miércoles sirve un delicioso sorgo a la naranja. Pero la verdadera atracción, lo que lo ha hecho un lugar famoso, es la remota, aunque siempre plausible oportunidad de escuchar a Dick Duck.

Dick es un pato de granja que aburrido de la cotidianeidad decidió viajar sin rumbo, convencido de que el camino es siempre más importante que el destino. Se dice que en uno de sus viajes, cuando visitaba Nueva Orleans, conoció a un viejo colibrí, medio ciego y medio loco, que le enseñó a tocar el blues.

Dick demostró un talento especial, era hábil con los instrumentos y sus composiciones eran conmovedoras. En sus años de formación encontró a su compañero inseparable, un saxofón dorado que compró en una casa de empeño por setenta y siete centavos. El instrumento era su fascinación, el graznido metálico que emitía le recordaba el agrio lamento de los cisnes.

Fiel a su filosofía, Dick dejó Nueva Orleans y emprendió una nueva aventura. Se sabe que pasó una temporada en el polo norte, donde derritió el frío corazón de los pingüinos, y recorrió el África provocando desmayos entre avestruces. Pero nunca se quedaba mucho en el mismo lugar, el mundo era muy grande como para permanecer inmóvil.

Fue durante un viaje que llegó a The Duck Club. El bar presentaba una pareja de gallinas bailadoras de flamenco, pero habían cogido un resfriado y el espectáculo debía cancelarse. El público estaba frenético, así que Dick, sin decir una palabra, subió al escenario y tocó una triste melodía que invocó lágrimas y terminó en aplausos. El dueño del bar, un ganso malhumorado, pidió a Dick que se quedara, Le ofreció un buen sueldo y prestaciones, pero el pato se negó. No podía encadenarse a un solo sitio, sin embargo, como disfrutaba de cierta manera la sordidez del bar, prometió regresar una vez al año durante la migración.

Dick Duck no ha faltado a su promesa. Toca su saxofón y el público enloquece. Recibe aplausos, alaridos, regalos y toda clase de proposiciones, pero él sólo da las gracias y parte en silencio. Nadie sabe a dónde va ni cuando volverá, pero es seguro que llegará a The Duck Club en una noche solitaria listo para inflamar el corazón de sus admiradores. No por nada lo apodan "The Duke of Blues".


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11 comentarios:

Unknown dijo...

:) Jajaja. Me dió risa la historieta llevada a un pato.

Lorena S. dijo...

¡¡¡The Duck Club!!!
Dos reservaciones para the Duck Club por Favor!
A nombre de Paula Shultz y Josuédric!!!!

Ya dio The Duck of Blues su última función de este año??

Favor de avisar si lo hace

:D

Pd. Adoro el Blues!!, que buena historia!!!

Josuédric dijo...

¿Qué puedo decir? si Paula Shultz ya dijo todo lo que tenia que decir :)

Dr. Dulcamara dijo...

Por fortuna aún quedan un par de semanas, y se dice que Dick Duck aún no ha dado su presentación.
Anoto una reservación para dos, ¿prefieren mesa de centro o junto a la barra?

Para llegar a The Duck Club sólo hay que seguir una parvada de gansos canadienses y dar vuelta a la derecha antes de llegar a Michigan, no hay pierde.

Saludos

Hisui Noir dijo...

¡Quiero un autógrafo de Dick y dos reservaciones por favor!

Buena historia y muy buenos dibujos, por favor siga así Doctor Dulcamara.

Kuroi Tsuki dijo...

Algo me dice que las aves maricales de rhytm Paradise buscan a escuchar a Dick en sus dias de descanso.

Dr. Dulcamara dijo...

Anotado, otras dos reservaciones.

Y Kuroi Tsuki, puedes estar seguro de que todas las aves con ritmo saben apreciar a The Duke

Anónimo dijo...

Por favor Dr. Dulcamara reserve para mi un lugar junto a la barra¡¡

GRACIAS.

peiperBlog dijo...

holaa gracias por la recomendaciones
la tendré en cuenta mañana qe rentee (:
por cierto muy lindo tu cuentoo
amé al pato, se ve que es muy simpaticón
:*

efterklang dijo...

:)

Anónimo dijo...

qué tan sublime será el blues del pato, que logra derretir lo corazones de lo pingüinos del Polo Norte?,
wow traspasa fronteras...

no me gustaría perdermelo