Al público en general:
Recientemente, las autoridades han reportado la existencia de un mosquito mutante que acosa a la población. Dada la conocida tradición de Dulcamara Inc. por la manipulación genética, se ha insinuado que mi compañía es la culpable, pero eso no es verdad.
Según se ha informado, el mosquito en cuestión tiene una mutación que le hace resistente a los insecticidas comunes. Mi pregunta es: ¿en serio creen que Dulcamara Inc. se conformaría con una mutación tan ridícula?
¿Resistencia a los venenos? Por favor, Dulcamara Inc. no juega con cosas tan básicas. Años de experimentos éticamente reprobables han llevado nuestros descubrimientos más allá, como cuando creamos la cabra explosiva o el pato xilófono. Nuestros estándares están mucho más arriba.
Es cierto que durante los años 90 experimentamos con mosquitos, pero los nuestros medían tres metros de alto, poseían poderes psíquicos y mala actitud. Tienen aliento de fuego y les gusta arañar pizarrones con los dedos.
De tal manera, rechazo completamente la acusación. Los mosquitos mutantes no pertenecen, ni podrán ser jamás parte de Dulcamara Inc., pues ni siquiera son una amenaza letal en términos de destrucción de ciudades, y no nos haremos responsables por ninguna molestia que puedan causar.
Ahora que si se encuentran con uno de los mosquitos gigantes que escaparon recientemente del perímetro de contención, bueno, griten, corran y no nos demanden.
Atte. Dr. Dulcamara.
Recientemente, las autoridades han reportado la existencia de un mosquito mutante que acosa a la población. Dada la conocida tradición de Dulcamara Inc. por la manipulación genética, se ha insinuado que mi compañía es la culpable, pero eso no es verdad.
Según se ha informado, el mosquito en cuestión tiene una mutación que le hace resistente a los insecticidas comunes. Mi pregunta es: ¿en serio creen que Dulcamara Inc. se conformaría con una mutación tan ridícula?
¿Resistencia a los venenos? Por favor, Dulcamara Inc. no juega con cosas tan básicas. Años de experimentos éticamente reprobables han llevado nuestros descubrimientos más allá, como cuando creamos la cabra explosiva o el pato xilófono. Nuestros estándares están mucho más arriba.
Es cierto que durante los años 90 experimentamos con mosquitos, pero los nuestros medían tres metros de alto, poseían poderes psíquicos y mala actitud. Tienen aliento de fuego y les gusta arañar pizarrones con los dedos.
De tal manera, rechazo completamente la acusación. Los mosquitos mutantes no pertenecen, ni podrán ser jamás parte de Dulcamara Inc., pues ni siquiera son una amenaza letal en términos de destrucción de ciudades, y no nos haremos responsables por ninguna molestia que puedan causar.
Ahora que si se encuentran con uno de los mosquitos gigantes que escaparon recientemente del perímetro de contención, bueno, griten, corran y no nos demanden.
Atte. Dr. Dulcamara.
13 comentarios:
Y como siempre comento lo mismo... No lo hago a menudo. (Sí, es una disculpa).
Que gusto pasar de nuevo por aquí, Doc.
Saludetes.
Chale ... creo que me siento muy mal...
¡salvanos doctor!
Por que los gigantes son torpes y los puedo matar rápidamente.
Te demandaré, se-gu-ro ¬¬
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