Su nombre es Anthon Von Percy, y es un hombre de pocas palabras. Su pasado es un misterio, nunca habla de él, lo que se sabe de sus orígenes se basa en rumores y presentimientos. Se dice que Von Percy nació en una familia acaudalada y creció en una mansión con una enorme biblioteca.
Pasó su infancia sentado en un amplio sillón leyendo cada uno de los ejemplares de la biblioteca. Sus lecturas pasaron de los filósofos griegos hasta las novelas victorianas, el amor por los clásicos se convirtió en obsesión.
Cuando los libros de la biblioteca familiar se terminaron, Von Percy decidió que era tiempo de conocer un nuevo mundo de literatura, de entrar en contacto con los escritores contemporáneos.
No se sabe exactamente qué ocurrió después, pero algunos dicen que Von Percy estaba tan ansioso de tener un nuevo libro que no alcanzó a llegar a la librería.
En el camino pasó frente a una cafetería donde se vendían algunos libros junto a las revistas y los chocolates. Von Percy fue presa de la curiosidad, tomó el primer libro del estante, “el libro de moda”, según decía la portada, y lo compró sin pensarlo dos veces.
Regresó a casa con el corazón retumbando de emoción. Von Percy comenzó a leer, y a cada página su ilusión fue mermando. Capítulos mal redactados de cuatro cuartillas, personajes insulsos, trama predecible, final decepcionante. El dolor que Van Percy sintió entonces es indescriptible.
Se encerró una semana en la oscuridad, sin entender qué había ocurrido con la literatura, sin comprender la existencia de un texto tan decepcionante. Al recuperarse volvió a la cafetería y compró todos los libros que había.
Los leyó con avidez, un libro de vampiros adolescentes, otro de misterios templarios, y uno más de autoayuda. Lo que al principio fue asco y luego decepción se convirtió en voluntad. Van Percy juró ante la biblioteca de sus padres que dedicaría su vida a destruir la mala literatura, a no permitir que una pésima sintaxis y argumentos idiotas infectaran las mentes del mundo y dieran mal nombre a la literatura.Desde entonces Von Percy recorre el mundo eliminando los malos libros que infestan el mundo. No conoce la piedad y su solo nombre hace gritar a los escritores de bestsellers.
Dulcamara Inc,. convencido de que su labor es importante, ha decidido financiarlo, pero como no nos gusta dar dinero, pedimos la cooperación voluntaria de todos los clientes.
¿Están cansados de libros malos que ganan millones, odian a los escritores falsos que con adjetivos vagos construyen imperios, sienten nauseas cada vez que una película mala basada en un libro aún peor invade las salas de cine? Entonces manden su dinero a Dulcamara Inc. para comprar a Von Percy estacas, trituradores y lanzallamas.
Unámonos contra estas amenazas del mundo moderno, y si se comete un crimen en el proceso dejen que culpen a un cazador medio psicótico en su lugar. Den dinero ahora y denuncien la mala escritura. El destino de la literatura también está en sus manos.
Pasó su infancia sentado en un amplio sillón leyendo cada uno de los ejemplares de la biblioteca. Sus lecturas pasaron de los filósofos griegos hasta las novelas victorianas, el amor por los clásicos se convirtió en obsesión.
Cuando los libros de la biblioteca familiar se terminaron, Von Percy decidió que era tiempo de conocer un nuevo mundo de literatura, de entrar en contacto con los escritores contemporáneos.
No se sabe exactamente qué ocurrió después, pero algunos dicen que Von Percy estaba tan ansioso de tener un nuevo libro que no alcanzó a llegar a la librería.
En el camino pasó frente a una cafetería donde se vendían algunos libros junto a las revistas y los chocolates. Von Percy fue presa de la curiosidad, tomó el primer libro del estante, “el libro de moda”, según decía la portada, y lo compró sin pensarlo dos veces.
Regresó a casa con el corazón retumbando de emoción. Von Percy comenzó a leer, y a cada página su ilusión fue mermando. Capítulos mal redactados de cuatro cuartillas, personajes insulsos, trama predecible, final decepcionante. El dolor que Van Percy sintió entonces es indescriptible.
Se encerró una semana en la oscuridad, sin entender qué había ocurrido con la literatura, sin comprender la existencia de un texto tan decepcionante. Al recuperarse volvió a la cafetería y compró todos los libros que había.
Los leyó con avidez, un libro de vampiros adolescentes, otro de misterios templarios, y uno más de autoayuda. Lo que al principio fue asco y luego decepción se convirtió en voluntad. Van Percy juró ante la biblioteca de sus padres que dedicaría su vida a destruir la mala literatura, a no permitir que una pésima sintaxis y argumentos idiotas infectaran las mentes del mundo y dieran mal nombre a la literatura.Desde entonces Von Percy recorre el mundo eliminando los malos libros que infestan el mundo. No conoce la piedad y su solo nombre hace gritar a los escritores de bestsellers.
Dulcamara Inc,. convencido de que su labor es importante, ha decidido financiarlo, pero como no nos gusta dar dinero, pedimos la cooperación voluntaria de todos los clientes.
¿Están cansados de libros malos que ganan millones, odian a los escritores falsos que con adjetivos vagos construyen imperios, sienten nauseas cada vez que una película mala basada en un libro aún peor invade las salas de cine? Entonces manden su dinero a Dulcamara Inc. para comprar a Von Percy estacas, trituradores y lanzallamas.
Unámonos contra estas amenazas del mundo moderno, y si se comete un crimen en el proceso dejen que culpen a un cazador medio psicótico en su lugar. Den dinero ahora y denuncien la mala escritura. El destino de la literatura también está en sus manos.
10 comentarios:
Bien por Von Perci! Aunke....no será ke en lugar de donar dinero puedo mejor darle kualkier best seller ke enkuentre en mi kasa para ke lo destruya? Jeje anda korto mi kapital
Saludos Dulcamara~
Yo mandaré todas mis pertenencias y ahorros, y además pondre venenos en los tes de todos mis tios ricos lejanos, cobrare las herencias y todo sera mandado a la causa.
Todo sea por la literatura.
En fin, por algo se empieza y pienso mandar una parte de mi fortuna personal para la causa. Más vale que los lanzallamas sean de calidad.
Saludos :)
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