Preocupados por preservar las tradiciones, sin importar cuan ridículas, aburridas y francamente molestas pueden ser, Dulcamara Inc. trae para ustedes al último de los organilleros tradicionales de las tierras altas de Valaquia: Fenrir Strinkenfishken.
Fenrir pertenece a una de las familias más antiguas de organilleros valacos, y es el único en el mundo que aún toca su instrumento según las costumbres más ortodoxas. Vestido con una tirolesa de lana de cabra e hilo de zarzas que ha pasado de generación en generación, Fenrir gira la manivela del organillo muy lentamente para que la melodía (una vieja y triste polka de tristeza, única en su tipo) suene profunda y conmovedora. La música del organillo valaco tiene la virtud de hacer dormir a los niños, causar amnesia en los ancianos y dejar inconsciente a los halcones en pleno vuelo.
A diferencia de la creencia popular, donde los organilleros son acompañados por monos amaestrados, la tradición original dicta que cada organillero valaco ha de tener como mascota a un pez de río.
Para los valacos, los peces de río son criaturas exóticas y maravillosas, y cualquiera de ellos esta dispuesto a pagar por ver a un pez bailar la polca. Sin embargo, la necesidad de los organilleros de transportarse en carromatos los obligó a prescindir de las peceras, pues con cada bache se derramaba el agua. Por lo tanto decidieron llevar los peces en canastas, aunque eso significara que ya no bailaran tanto.
Fenrir, como organillero conservador, no es la excepción. En todas sus presentaciones le sigue su leal compañero Mr. Fichovich una alegre carpa de río que con absoluta calma se mantiene junto al vaso de las monedas para deleite del público.
Su talento como organillero he llevado a Fenrir a una gira mundial, donde su música ha fascinado (por no decir consternado) a todo público. De las calles de París, a los callejones de Roma y los inmundos pasajes de Marruecos. Fenrir ha llegado a nuestro país para una corta temporada.
No se pierdan la oportunidad de conocer la esencia del verdadero organillero. Les costará sólo unas monedas, de las cuales el 10 % será donado a la Investigación genética para crear peces que puedan respirar fuera del agua. Y por supuesto el otro 85% irá a las arcas de Dulcamara Inc.
Fenrir pertenece a una de las familias más antiguas de organilleros valacos, y es el único en el mundo que aún toca su instrumento según las costumbres más ortodoxas. Vestido con una tirolesa de lana de cabra e hilo de zarzas que ha pasado de generación en generación, Fenrir gira la manivela del organillo muy lentamente para que la melodía (una vieja y triste polka de tristeza, única en su tipo) suene profunda y conmovedora. La música del organillo valaco tiene la virtud de hacer dormir a los niños, causar amnesia en los ancianos y dejar inconsciente a los halcones en pleno vuelo.
A diferencia de la creencia popular, donde los organilleros son acompañados por monos amaestrados, la tradición original dicta que cada organillero valaco ha de tener como mascota a un pez de río.
Para los valacos, los peces de río son criaturas exóticas y maravillosas, y cualquiera de ellos esta dispuesto a pagar por ver a un pez bailar la polca. Sin embargo, la necesidad de los organilleros de transportarse en carromatos los obligó a prescindir de las peceras, pues con cada bache se derramaba el agua. Por lo tanto decidieron llevar los peces en canastas, aunque eso significara que ya no bailaran tanto.
Fenrir, como organillero conservador, no es la excepción. En todas sus presentaciones le sigue su leal compañero Mr. Fichovich una alegre carpa de río que con absoluta calma se mantiene junto al vaso de las monedas para deleite del público.
Su talento como organillero he llevado a Fenrir a una gira mundial, donde su música ha fascinado (por no decir consternado) a todo público. De las calles de París, a los callejones de Roma y los inmundos pasajes de Marruecos. Fenrir ha llegado a nuestro país para una corta temporada.
No se pierdan la oportunidad de conocer la esencia del verdadero organillero. Les costará sólo unas monedas, de las cuales el 10 % será donado a la Investigación genética para crear peces que puedan respirar fuera del agua. Y por supuesto el otro 85% irá a las arcas de Dulcamara Inc.
23 comentarios:
saludos
p.d. le encanto dulacamra inc a mi maestra de etimologías
:D
saludos
Su.
Vende su música en cd? Necesito que mis hijos se duerman temprano.
Un saludo.
Me gustaría estar presente ante tal acontecimiento, se pueden tomar fotos?
Un boleto por favor, saludos!
A claro quiero dos entradas sip ^-^!!!
Y la secre O____O?
va a ser la sensacion de mi proxima fiesta
Si es así, podría contratar su show. Aunque ya me llama la atención eso de que causa amnesia; habrá que revisarlo.
Saludos.
¡Saludos!
Ah sí, pero a Fenrir Strinkenfishken hay que ayudarlo. O no.
jojojo--¡¡
esta genial'
besos doc'
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