Carrera de Babosas.

La más lenta y emocionante carrera de todas.

Queridos clientes, después de esperar tantos equinoccios, medir alineamientos planetarios y tirar el cubilete, al fin ha llegado la hora para la nueva edición de uno de los eventos más importantes del planeta, un desafío de temeridad y paciencia, único en la vida y con altos beneficios económicos para la corporación encargada de la publicidad, en este caso Dulcamara Inc. Por supuesto que me refiero a la Carrera de Babosas.

Un enorme acontecimiento que reúne a las babosas del planeta en un desafío de velocidad. Las babosas son conocidas por los animales más competitivos de la naturaleza, siempre intentando demostrar la superioridad y gozando con la derrota del rival. La gran carrera es para ellas una oportunidad perfecta para desafiarse.

Las babosas del mundo se reúnen en Mónaco para correr el mismo circuito que la Formula 1, con la diferencia de que ellas corren a 0.03775 kilómetros por hora, a casi el doble cuando llueve y a menos de la mitad cuando hace mucho sol y es día feriado.

A pesar de su velocidad, la determinación de las babosas las hace continuar, arrastrándose sobre su baba sin pensar en otra cosa. Esto ha conmovido a cientos de personas en todo el mundo, que se reúnen en Austria para carrera y apoyan a gritos a su favorito, hasta que se aburren y se van a casa.

Pero si el público general se aburre, los apostadores del mundo siempre están presentes. Pues en el mundo de las carreras de babosa la paciencia lo es todo, y el ganador puede ganar sumas millonarias, siempre y cuando siga a su babosa favorita hasta el final. Algunos incluso han muerto mirando la carrera, y según creemos lo hacen con una sonrisa.

Así que no espere más y pida sus boletos ahora mismo, asista a un evento único en la vida, con las criaturas pegajosas más queridas de la tierra. Y si es un apostador, recuerde que Dulcamara Inc. tiene un departamento con los mejores y menos leales corredores de apuestas en el mercado.

*No se puede entrar al evento con ningún tipo de producto salado.

Se rentan turbas

Furia ciega a bajo costo.

¿Alguna vez ha pensado que le gustaría perseguir a alguien hasta un precipicio y obligarlo a saltar o rendirse? ¿Incluso lo ha hecho, peor todas esas veces ha sentido que falta algo? Descuide, Dulcamara Inc. tiene lo que le hace falta.

Desde principio de los tiempos, el hombre ha sentido la necesidad de perseguir frenéticamente todo aquello que le desagrada, a lo que le tema, o que es diferente, sin embargo esa pulsión natural sólo llega a su máximo esplendor cuando se hace en compañía. Las persecuciones sangrientas no son una actividad solitaria. Se necesita siempre formar parte de una turba iracunda.

Nada como cazar al indefenso en compañía de una muchedumbre irritada que grita, maldice, levanta tridentes, y enciende antorchas. Sin embargo, desde hace algunos años, tras la muerte de varios darwinistas y científicos rumanos, las chusmas furiosas se han vuelto menos frecuentes quitando algo de emoción a esta necesidad natural del hombre.

Por fortuna Dulcamara tiene la solución, y ahora, por sólo $9.99, usted puede rentar la turba iracunda de su preferencia. Nuestras turbas están garantizadas, y se componen de tantos individuos como necesite. Seguirán todas sus órdenes y castigarán todos sus prejuicios sin excepción. Perseguirán, injuriarán, e incluso colgarán o quemarán a cualquiera si es necesario (aunque este servicio tiene un precio extra, por supuesto).

No sufra más de extranjeros, fenómenos, hipsters y genios con extraño acento que intentan crear vida a partir de cadáveres frescos, y que no tienen licencia para ellos. Juzgue y castigue a voluntad con su turba iracunda, porque nada mejor que dejarse llevar por la histeria colectiva para hacer cumplir sus más egoístas deseos.

“Dulcamara Inc. fomentando la intolerancia desde 1848”

Mmmm... miren, una langosta.

Sí, me esforzaré más para la próxima.

Queridos clientes, no puedo mentirles, al menos no puedo si eso no significa más dinero para mí. Pero uno de los reactores de Dulcamara Inc. sufrió un pequeño desperfecto y ahora la mitad del Atlántico esta infestada con tiburones mutantes, así que no pude preparar un buen producto para ustedes esta semana, sin embargo, como sé que están embelezados con el Mundial supongo que no me recriminarán nada.
Prometo enmendarme cuanto antes, mientras tando les dejo.... mmmm... el dibujo de Pierre la Langosta malabarista....

La cactácea más valiente que existió.

La cactácea más peligrosa del Oeste.

En los territorios fronterizos, donde el sol golpea con ardor la arena del desierto, vive un pequeño de nombre Cactus Clyde. Desde niño, en el lejano oeste (el tiempo en vida de cactus es muy lento), Clyde mantuvo su vista siempre en el horizonte, donde los hombres eran rudos, los pueblos chicos, y la aventura una cosa cotidiana.

Clyde admiró siempre a los bandidos de altos sombreros, pañoletas en la cara y pistolas en la cintura. Le fascinaba la osadía de esos hombres, que sin miedo robaban bancos y asaltaban trenes. Tomaban sus caballos y cabalgaban hacia el atardecer.

Clyde quiso desde entonces ser sheriff, vaquero o forajido, el bando no le importaba mucho, lo que deseaba era vivir en la aventura. Sin embargo, las cactáceas no suelen nacer con pies, así que Clyde tuvo que vivir su sueño clavado en la tierra.

Se dejó crecer el bigote. Con sus propias espinas se confeccionó todo el atuendo, pero por más que quisiera entrar en acción sólo podía mirar desde lejos lo que pasaba en el pueblo cercano. Y de vez en cuando ser testigo de las cabalgatas de sus héroes cuando pasaban frente a él.
Una vez, unos vaqueros se enfrentaron a unos indios justo donde él estaba. Quiso participar, pero lo más que logró fue pinchar a un indio distraído que se acercó demasiado. Cuando los vaqueros se marcharon no le dieron ni las gracias.

Pero Clyde no ha perdido la esperanza, y todavía hoy mira hacia el oeste esperando vivir sus sueños. Es por eso que la Fundación Dulcamara Inc. siempre atenta a cumplir los deseos egoístas de cualquier vegetal pide ayuda a todos ustedes para dar Clyde una oportunidad.

Con tecnología de punta, Laboratorios Dulcamara construyen unas piernas bio-robóticas para que Cactus Clyde pueda moverse con libertad, y así asaltar, pillar y amenazar inocentes a lo ancho de todo el territorio. Pero no es una tarea barata y nosotros somos muy tacaños. Así que por favor, envíenos sus donaciones, el pequeño Cactus se los agradecerá, y cuando tenga sus piernas, incluso los robará sin violencia extrema.

“Dulcamara Inc. Apoyando a los criminales del mañana”